COMUNIDADES ENERGÉTICAS LOCALES C.E.L
Antecedentes en España y en la Comunitat Valenciana
En el año 2006, la Comunidad Europea a través de la Directiva COM(2016) 864 del mismo año, y más recientemente la Directiva (UE) 2019/944 de 2019; establecieron las normas comunes para el mercado interior de la electricidad, mercado que se ha implementado progresivamente en toda la Unión Europea desde el año 1999. Esto implica entre otros, generar una organización competitiva del mercado de la electricidad. Además de los parámetros que enmarcan a los diferentes participantes del mercado energético europeo, es evidente la necesidad de una transición en la generación y consumo de energía, especialmente en lo relacionado con la búsqueda de soluciones energéticamente eficientes que contribuyan a disminuir el impacto medio ambiental, tales cómo las energías renovables; a las cuales se les podría crear un Marco que premie la flexibilidad y la innovación en el uso de estas fuentes de electricidad limpia.
Dentro del contenido de esta norma se presta especial atención a la autogeneración de energía especialmente comunitaria, a través de energías renovables accesibles para los miembros de las comunidades, dando prioridad a la obtención de beneficios adicionales para facilitar su implementación y atención de la demanda doméstica de las comunidades. Estos es, la generación, uso y venta de energía obtenida de fuentes renovables.
Todo esto se enmarca dentro de la búsqueda de una transición energética urgente que se debe asumir en todo el planeta para alcanzar los objetivos de emisiones cero (Carbono Neutro 50) planteados para el año 2050, con el fin de ralentizar el impacto del cambio climático, acompañado de una evolución en las actividades y estilos de vida de los humanos minimizando su impacto negativo hacia el medio ambiente.
En la Unión Europea algunos países como Alemania, Dinamarca y Países Bajos se encuentran adelantados en la gestión de crear Comunidades Energéticas Locales – CEL, con más de 1750, 700 y 500 respectivamente, mientras en España apenas supera las 30. Para el caso de cuál de ellas pudo haber sido la pionera, es probable que sea SENEO, en Ontinyent (Comunidad Valenciana) que data de 2013, la cual ya cuenta con 2.757 socios, gestionando 47 instalaciones de autoconsumo y 3.422 contratos.
Ahora se encuentran proyectos en Castilla de León, con la “Hacendera Solar” considerada la primera comunidad energética RURAL en España, tres proyectos en la provincia de Ávala del País Vasco con uso de paneles solares fotovoltaicos, ubicados en Laserra, Ollavarre y Amarita; otra en San Francisco de Asís en Crevillent de la C.V. , y otras 30 C.E.L. en el territorio Español.
Lo importante, es que cada vez se suma más personas que asume su conciencia eléctrico-ambiental, comprendiendo la importancia del cooperativismo en esa transición y apuestan por la creación de nuevos emprendimientos e instituciones enfocadas en la mejora del servicio eléctrico de fuentes renovables, basados en la economía social y el cooperativismo.